Compartimos un corto documento donde se presenta una breve síntesis sobre
la Planificación Estratégica Situacional de la forma como fue desarrollada por
el profesor Carlos Matus de la Fundación Altadir. Recordemos que para Matus la planificación
estratégica situacional se constituye en una de las principales herramientas
del gobernante o del actor comprometido con el alcance de objetivos y
resultados dentro del juego social. En este sentido, el PES se puede definir
como una herramienta que permite al gobernante o actor que la practica mejorar
su capacidad de intervención dentro del juego social que tiene las características
de un sistema complejo, semicontrolado,
difuso e incierto. Para Matus, si
el gobernante desea alcanzar buenos resultados, debe aprender a
jugar en el juego social. Saber jugar exige tanto el dominio intelectual de la
complejidad propia de un juego difuso y semicontrolado, como también el arte de
jugar bien en la práctica, lidiando con los intereses y objetivos de los otros
jugadores y dominar las tensiones que el desarrollo del juego produce en la
realidad concreta.
En esta dirección, la planificación estratégica situacional aborda el problema del dominio intelectual de
la complejidad del juego semicontrolado. El aspecto del arte del proceso de
planificación y gobierno, que es igual o más importante, requiere de
habilidades, vocaciones y aptitudes que sólo se acumulan en la práctica
política y se prueban en cada situación concreta. Se puede llamar a un político
como estadista sí tiene al mismo tiempo el dominio científico como las
habilidades artísticas que requieren la
intervención eficaz en el juego social.
Desde la perspectiva del PES el dominio intelectual de la complejidad del
juego social plantea el enfrentamiento de cuatro grandes problemas:
a) saber explicar la realidad del juego (momento explicativo)
b) saber diseñar propuestas de acción bajo fuerte incerteza (momento
normativo/prescriptivo)
c) saber pensar estrategias para lidiar con los otros jugadores y con las
circunstancias, a fin de calcular bien lo que podemos hacer en cada momento en
relación a lo que debemos hacer para alcanzar los objetivos (momento
estratégico), y
d) saber hacer en el momento oportuno y con eficacia, recalculando y
completando el plan con un complemento de improvisación subordinada (momento
táctico-operacional).
Estos cuatro problemas son abordados de forma teórica y metodológica por la
planificación estratégica situacional, diferenciándola radicalmente de la planificación tradicional
o normativa que aún es practicada de forma generalizada en nuestros gobiernos a pesar de sus limitaciones para entender e intervenir en las complejidades del juego social.
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